Se trata de un destino para un día. Si vas a Galicia, al sur, te conviene visitar esta pequeña ciudad fronteriza portuguesa.


Tiene una ciudad amurallada (fortaleza) y un casco antiguo muy bien conservados. En un día soleado, se puede disfrutar de una vistas espléndidas de la cuenca del río Miño. España, Galicia desde Portugal.


Pero, además de pasear y ver, se puede ir de compras y comer. En cuanto a las compras, lo típico de esta ciudad es la loza para menaje (vajillas sobre todo), las toallas y la ropa de cama. Sigue siendo interesante, pero, la realidad es que ya no hay tanta diferencia como hace años. Aunque hay que reconocer que los comerciantes y fabricantes portugueses se han esmerado en seguir compitiendo.


En cuanto a lo del comer, hemos estado en dos restaurantes. Uno dentro de la fortaleza y otro fuera en la parte más «moderna».
En ambos casos hemos comido entre otras cosas «picanha«. Ese corte brasileño de carne de vacuno que tan de moda se ha puesto. Y, aunque como la carne en Brasil, no vas a encontrar otra «picanha» tan gustosa, debo reconocer que en el norte de Portugal, la hacen de maravilla.

Dentro de la fortaleza hemos comido en un pequeño restaurante que se llama «Valenciana«.

El de fuera de la fortaleza se llama «Iberia«. Es el que más os recomiendo. Se encuentra en la Avda. Miguel Dantas 75.
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