En la calle General Pardiñas nº80, esto es, esquina con la calle Padilla, se encuentra uno de los varios establecimientos de Taberna Cazorla.
Un bar restaurante de estilo andaluz con un gran éxito entre el público y no es para menos, porque, además de la buena atención y la simpatía, tienen un producto muy bueno.
La cerveza la tiran muy bien. Y eso es algo fundamental en Madrid. Si no tiras bien la cerveza o no tienes una cerveza del gusto de los madrileños, tendrás problemas en tu bar.
Tienen una buena carta de vinos, con vinos de muchos sitios, pero con especial mención de los vinos andaluces, tanto vivos como muertos (vinos de Jerez, Moriles, Montilla y otros).

Cazón en adobo.
En cuanto a lo que hemos consumido, lo primero un excelente cazón en adobo. En el establecimiento presumen de tener el mejor cazón en adobo del barrio de Salamanca. Y yo no se lo voy a discutir de momento, porque, realmente, yo no he probado en este barrio un cazón mejor que ese.

Arroz meloso.
Le siguió un arroz meloso de ternera y calamares. Aunque no soy muy amigo de los arroces llamados «mixtos«, es decir, con ingredientes de tierra y de mar juntos, reconozco que éste está muy bueno.

Chanquetes con huevo frito.
Seguimos con una de sus especialidades que ya había comido en otras ocasiones y no estaba dispuesto a renunciar: los chanquetes rebozados con un huevo frito. Se reciben con amor y ansia los chanquetes y se les rompe y revuelve el huevo que los acompaña. Son un verdadero placer. Siempre me parecen pocos. Pero, no porque la ración sea corta, sino porque siempre los pido para compartir y siempre termino pensando en pedir otra ración. Algo que hice.

Boquerones fritos.
Finalmente unos boquerones fritos rebozados (sin abrir, enteros) muy buenos, gorditos, carnosos y frescos, frescos.
Decidimos ir a tomar un postre a otro sitio del que ya hablaremos.
Una agradable experiencia. Me gusta mucho la Taberna Cazorla. Lo recomiendo.
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