La sopa de cebolla es un plato tradicional de la cocina francesa totalmente adoptado por la gastronomía española. Conocido por su sabor profundo y reconfortante, especialmente en invierno que, como la sopa castellana, te hace entrar en calor con rapidez y sabor. Este guiso, que puede parecer sencillo en su preparación, ha sido apreciado a lo largo de los años por su delicioso sabor y su capacidad para reconfortar en días fríos.

Origen e historia
La sopa de cebolla tiene raíces que se remontan a la Antigua Grecia y Roma, donde las cebollas eran un alimento básico. Sin embargo, la versión moderna que conocemos hoy en día se popularizó en Francia durante el siglo XVIII. Originalmente, esta sopa era un plato de comida para campesinos, hecho con ingredientes económicos y abundantes.
Ingredientes Clave
Los ingredientes básicos de la sopa de cebolla incluyen:
Cebollas: cebollas blancas (para mi gusto) preferiblemente caramelizadas, que han sido remojadas un buen rato en agua para rebajar el posible picor y amargor antes de ser cocinadas.

Caldo de carne.
Vino blanco: realmente se puede usar el que nos guste que no sea demasiado dulce. Mis preferencias pasan por el chardonnay, el sauvignon blanc, pero con vino blanco de cocinar también sale buena.

Pan : se utiliza generalmente una baguette, pero esto es a gusto de cada uno. A mi me gusta ponerle pan integral a la brasa.
Queso : el gruyere es el queso más utilizado para gratinar.

Preparación
La preparación de la sopa de cebolla comienza con el proceso de caramelización de las cebollas, que puede llevar bastante tiempo pero es crucial para desarrollar el sabor. Una vez caramelizadas, se les añade el vino para desglasar la olla y luego se incorpora el caldo. La sopa se cocina a fuego lento para permitir que los sabores se
Al momento de servir, se coloca el pan tostado en la parte superior de la sopa y se cubre generosamente con queso antes de gratinarlo en el horno hasta que esté burbujeante y dorado.
Variaciones
Existen muchas variaciones de la sopa de cebolla. Algunas recetas incluyen hierbas frescas como tomillo o laurel, mientras que otras pueden incorporar ingredientes adicionales como champiñones o ajo para darle un toque único. También hay versiones vegetarianas que sustituyen el caldo de res por caldo vegetal.
Conclusión
La sopa de cebolla es un plato que trasciende el tiempo y las fronteras. Su combinación de sabores intensos y su fácil preparación la convierten en una opción perfecta para cualquier ocasión, ya sea como entrante en una cena elegante o como un reconfortante plato principal en una noche fría. Sin duda, es un clásico que merece un lugar en la mesa.
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