También en la calle Doctor Castelo, en este caso en el nº19, del barrio de Retiro. Barrio donde coinciden gran cantidad de establecimientos con un nivel que poco tienen que envidiar a otras conocidas zonas de la capital de España. O a otras ciudades con gran tradición gastronómica.
Este bar (que también restaurante) es un lugar con encanto, tanto el local como los platos y tapas que puedes degustar. Hoy ha sido un día de tapeo en el que hemos visitado tres bares. El segundo ha sido La Raquetista, un local con una luz tenue muy agradable. Hace que te sientas cómodo. No hay mucho jaleo aunque esté lleno y creo que eso se debe a la luz. Y a los platos…
Hay variedad -como podeis ver en el cartel de la foto- pero tengo que hacer incapié en dos cosas: la gildas (hasta ahora las mejores que he probado en Madrid) y la lengua de vaca estofada.
Gildas en La Raquetista.
En cuanto a las gildas, diría que están equilibradas, tienen el tamaño perfecto para comerlas de una vez, sin que te sepan a poco ni te parezcan excesivas. Son de anchoa y boquerón, lo cual también ayuda. Y están tan bien presentadas que dan ganas hasta de comerse el palillo de madera.
Lengua de vaca estofada en La Raquetista.
En relación a la lengua de vaca estofada, empezaré diciendo que no soy muy amigo de la casquería o piezas de carne exóticas (dentro del cuerpo de un animal común considero exóticas algunas partes, bien sea por su localización, bien por su aspecto, bien por el uso que hace de ellas el animal estando vivo). Por tanto, no soy muy proclive a pedir este tipo de platos. Pero, craso error, porque es algo delicioso.
La manera de presentar la lengua es en láminas hiper-finas bañadas en una exquisita salsa con alcaparras y unas patatas fritas muy crujientes cortadas muy finas. El plato además de sabroso es delicado. A quien tenga -como yo- prejuicios, le ayuda a olvidarlos y disfrutar.
Por otro lado, los vinos me gustaron mucho: Pago La Pavina (Castilla y León), Portia Roble (Ribera del Duero).
Estupendos huevos rellenos de La Raquetista.
También tomamos otras tapas por petición nuestra y otras obsequio de la casa.
En otra ocasión lo visitaré como restaurante porque me voy realmente contento de haber visitado este establecimiento. Lo recomiendo.
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