Después del chasco recibido en la primera parte de esta excursión (mina San Antonio), al descubrir que ya no queda nada de aquella antigua mina y que el espacio que ocupaban las antiguas instalaciones está totalmente removido, decidimos seguir en dirección a otra antigua mina cercana también abandonada. La idea era volver a visitar parajes que vimos hace muchos años. En este caso relativamente cercanos como para aprovechar el día.
Así que que volvimos sobre nuestros pasos hasta el camino que se dirige a Gilico desde La Copa. Hay puntos en los que vale la pena pararse a contemplar el paisaje. La situación es la misma que ya describí en el post de la mina San Antonio: no hay absolutamente nadie en kilómetros. Ni siquiera agricultores o cazadores. Nadie. Se siente una paz increíble. Sólo el sonido de los pájaros y de algunos insectos voladores tipo abejorro, algún escarabajo…
Desde la sierra de Gilico y Cambrones podemos ver a la derecha el pico de Almeces, imponente por lo agreste, sobresale sobre el resto del paisaje.


Extensos bosques de pino carrasco se extienden por kilómetros de espacio salvaje y sin presencia humana habitual.

Y llegamos a la antigua y abandonada mina de Gilico. Este es un espacio de interés mineralógico por la abundancia de magnetita (mineral de hierro), aquí asociada a pirita y calcopirita. Hay también yacimientos de prehnita, como en la cercana mina San Antonio.

Podemos ver los restos de lo que fueron las antiguas instalaciones mineras, hoy abandonadas y casi derruidas.


Las escombreras y el fondo de la corta, hoy inundada por el afloramiento de aguas saturadas de sales, que no son aprovechables para el riego ni el consumo humano o animal.

Podemos ver también algún paraje agrícola de secano, donde a veces plantan cereales. Algunos olivos y almendros.


A este paraje de Gilico también se puede llegar desde Murcia por la carretera MU-552 a Calasparra.
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