En el kilómetro 168 de la autovía de Alicante, en el paraje conocido como La Encima, se encuentra este concurrido restaurante de carretera tradicional.

Situado hace décadas en este sitio de complicado acceso, al que terminas por llegar porque el edificio del restaurante se ve desde cualquier punto de la vía de acceso desde la autovía.
Un restaurante tradicional con comida tradicional. Siempre está lleno. Da igual que sea entre semana que en fin de semana. Por algo será.
Eso me he dicho en más de una ocasión, aunque a mí, yendo de Alicante a Madrid, rara es la ocasión que paso por este punto kilométrico a buena hora para comer. Pero, se ha dado la ocasión y aquí estoy.

Muchos coches aparcados y mucha gente esperando sitio en el comedor. No ha sido mi caso porque he tenido la precaución de reservar. Así que la espera ha sido mínima.

Antes de nada, como suele ocurrir en muchos restaurantes tradicionales (especialmente del sureste), me han traído una ensalada clásica: tomate, lechuga, cebolla y aceitunas. Buen producto. Me la he comido entera. Sólo he dejado alguna aceituna…

De primero unos canelones de carne en cazuela de barro. Bastante aceptables. Buenos.
Después, como aquí es más que reconocido su buen hacer con la carne asada, he pedido algo que nunca pido: un filete de jamón (se entiende crudo) hecho a la brasa.

Bastante bueno. La carne de cerdo debe estar hecha siempre por sanidad. Ésta estaba bien hecha pero muy jugosa. Muy rica.

Como final de esta más que normal comida, un pan de Calatrava. Tengo por costumbre probar siempre el pan de Calatrava en los restaurantes de carretera que como (siempre que lo tengan en la carta, claro).
Éste estaba muy bueno. Jugoso y no empalagoso. Bien.
El sitio es recomendable: buena comida y buen precio.
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