Un lugar legendario donde se mezcla el gentío con la picaresca, el comerciante de toda la vida con la voluntad de encontrar una ganga. El sol de medio día con la caña y el bocadillo de calamares o los caracoles.

Un cuadro desechado por múltiples y sucesivos propietarios y un nuevo enamorado. Una camiseta de Metallica con un chico de 50 años.

En otro tiempo (no sé si ahora también) al grito de «¡agua!» huían los ladronzuelos que querían vender sus mercancías robadas en improvisados puestos que, en cuestión de segundos, tras el grito de alarma, desaparecían cual ratas asustadas. En quince segundos cada uno en su agujero. Ya no se ven esas escenas. Ni los tradicionales trileros, que ahora están en otras profesiones.

Pero, el Rastro sigue siendo mágico.

Ahora bien, ¿cómo podemos definir el Rastro?
¿Qué es el Rastro de Madrid?

Desde un punto de vista estrictamente comercial el Rastro de Madrid es un mercadillo que se celebra todos los domingos por la mañana en una área de la ciudad que comprende varias calles y plazas en el barrio de Embajadores. Por cierto, el mercadillo más importante de España (y posiblemente de Europa) en cuanto a extensión, variedad de la oferta, participantes y visitantes.

Por convención se dice que el principio del Rastro es la plaza de Cascorro, pero también tenemos un núcleo de puestos importante en la plaza de Tirso de Molina. Pero bueno, de Cascorro por la Ribera de Curtidores se extiende la calle con más puestos y afluencia. A los puestos sobre el asfalto de la calle se suman las diversas galerías especializadas en arte y antigüedades. Otra zona muy visitada es la plaza del General Vara de Rey, desde la que puedes pasear por la calle de Carlos Arniches (y las paralelas y perpendiculares) hasta la plaza del Campillo del Nuevo Mundo, que desemboca en la Ronda de Toledo (donde puedes tomar un taxi con cierta facilidad cuando te vayas).

En cambio, si lo consideramos desde un punto de vista social más general, es un evento de reunión de personas que buscan algo. En muchos casos, sólo pasear junto a mucha gente. En otros casos, el colorido que ofrece esta ciudad con sus gentes. O una antigüedad que persigues toda la vida. O quizás sólo el bullicio, el sonido que generan muchas personas juntas que interactúan, sin que sea una manifestación política o de otra naturaleza.

Objetos variados a la venta en el Rastro de Madrid.

Objetos variados a la venta en el Rastro de Madrid.

Objetos variados a la venta en el Rastro de Madrid.

Rinoceronte, escultura en el Rastro de Madrid.

Busto de Cristo antiguo en el Rastro de Madrid.

Muñeca tétrica en el Rastro de Madrid.

Puesto especializado en llaves antiguas en el Rastro de Madrid. Calle de Carlos Arniches.
Ese algo también puede ser de tipo gastronómico. Ir de tapas, tomar el aperitivo o incluso comer, también tienen su interés en el Rastro. O comprar alimentos.

Tienda de encurtidos en el Rastro de Madrid.
De los locales emblemáticos, empecemos por los caracoles de Casa Amadeo, famosa por los mismos, pero donde se pueden tomar muchas tapas variadas. En la plaza de Cascorro 18.
En la calle de la Ruda 5 (calle que desemboca en la plaza de Cascorro) se encuentra Malacatín. Un restaurante famoso e hiper-reconocido por su cocido madrileño.
Si lo que buscas es un buen desayuno o una pizza, una estupenda ensalada, en la plaza de Cascorro 7, tienes Mamúa. Otra opción muy interesante muy cerquita (plaza de Cascorro 9) es el Café del Art.
En la plaza del Gral. Vara de Rey tienes el típico bareto de barrio, el Café Bar Rivas. Tercios bien fríos y calamares ricos, entre otras cosas.
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