Una de las cosas que siempre me ha maravillado de las grandes ciudades es la grandiosidad con la que se conciben los espacios. La magnitud de todo es mayor. Esto es más patente aún en las ciudades que son capitales de una nación. Y tiene su máxima expresión en ciudades que son o han sido capitales de imperios.

Madrid es una de esas pocas ciudades en el mundo. Así que dispone de grandes parques, grandes avenidas, grandiosos edificios de uso público, monumentales y conmemorativas plazas, universidades, etc.
Pero, yo quiero centrar este post en otro aspecto que me satisface mucho. Pasear y observar la belleza de los edificios residenciales. Claro que la belleza va por barrios, pero por eso quiero ir donde puedo ver esa belleza, que es privada pero visible.
Y empiezo por el barrio madrileño de Goya, distrito de Salamanca.

Si partimos del comienzo de la calle Goya, nos encontramos en la Plaza de Colón, un importante cruce de caminos de la capital del Reino de España. Un lugar de encuentro, paseo, esparcimiento. Un lugar muy habitualmente aprovechado para las manifestaciones de todo signo. De ahí hacia arriba tenemos una de las áreas comerciales más visitadas de Madrid. Un parque temático de las compras con enorme éxito junto con la Gran Vía. Aunque debo decir que, si tu intención es comprar en tiendas de marcas premium (Loewe, Armani, Rabat…) o, simplemente ver sus escaparates, esto lo podrás hacer en este barrio. Especialmente, en la calle Serrano, una perpendicular a la calle Goya.

La arteria central de este barrio es la calle Goya, muy muy comercial, pero no es la única gran avenida del barrio. Además de la calle Serrano, tienes la calle Velázquez y Príncipe de Vergara.
En cualquiera de estas grandes calles podrás ver hermosos edificios residenciales que han sido obras cumbre de varios grandes arquitectos del siglo XX. Porque los grandes arquitectos no sólo son los de los edificios públicos u oficiales.


Y hay que decir que tampoco los arquitectos son los únicos artistas de estas hermosas obras. Hay muchas esculturas, molduras, tejados, cúpulas, etc. que han sido confeccionadas por los mejores profesionales de cada ramo en su época.


Una delicia. Pero, hay otras calles del barrio por las que vale la pena pasear. Menos tiendas, menos gente, más tranquilidad, más vida de barrio. Una de ellas es la calle Hermosilla. Esta calle tiene vida propia, nada contagiada de la vorágine de la calle Goya.

Otra cosa que vale la pena ver en este barrio, además de sus hermosos edificios es el mercado de La Paz. Situado entre las calles Claudio Coello y Lagasca y dando también a la perpendicular (y paralela a Hermosilla) calle de Ayala. Muy comerciales las tres. Pero, de este mercado ya haremos un post exclusivo.

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