Éste es el primero de varios posts dedicados a la ciudad capital del estado de Paraná, en Brasil.

Curitiba, la capital del estado de Paraná, en el sur de Brasil, es ampliamente reconocida como una de las ciudades más innovadoras y sostenibles del mundo. Con cerca de 2 millones de habitantes en su núcleo urbano y una población metropolitana que supera los 3,7 millones, Curitiba es un ejemplo sobresaliente de cómo las ciudades pueden enfrentarse a los desafíos del crecimiento urbano, la sostenibilidad ambiental y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

Curitiba, Paraná, Brasil.

Historia

Curitiba fue fundada en 1693 por colonos portugueses que buscaban establecerse en una región rica en recursos naturales. Su nombre proviene de la palabra indígena «kur’ yt yba«, que significa «muchos pinos«, en referencia a los característicos pinos de Paraná que abundan en la región. Durante el siglo XIX, la ciudad experimentó un importante influjo de inmigrantes europeos, en particular italianos, alemanes, polacos y ucranianos, que dieron forma a la diversidad cultural que caracteriza a Curitiba en la actualidad.

A mediados del siglo XX, Curitiba comenzó a transformarse de una pequeña ciudad provinciana a una metrópoli en crecimiento. Sin embargo, a medida que crecía, surgieron problemas de congestión, urbanización descontrolada y deterioro ambiental. Fue entonces cuando, bajo el liderazgo de urbanistas como Jaime Lerner en la década de 1970, Curitiba implementó un ambicioso plan de desarrollo urbano que la convertiría en un modelo internacional.

Modelo de planificación urbana sostenible

Curitiba, Paraná, Brasil.

La verdadera transformación de Curitiba se inició con la implementación de políticas innovadoras que priorizaron la sostenibilidad y la calidad de vida sobre el crecimiento desordenado. Algunos de los elementos clave de este modelo incluyen:

1. Sistema de transporte público eficiente: el BRT

Uno de los legados más destacados de Curitiba es su sistema de transporte público, conocido como BRT (Bus Rapid Transit). Diseñado para ser rápido, accesible y eficiente, el BRT se basa en carriles exclusivos para autobuses articulados, que operan como un sistema de metro en la superficie.

Las estaciones de autobús están diseñadas para facilitar el embarque rápido, y los pasajeros pagan antes de abordar, lo que reduce los tiempos de espera. Este sistema, que comenzó en los años 70, se ha replicado en más de 250 ciudades de todo el mundo, como Bogotá y Ciudad de México, consolidándose como una solución eficaz y económica para la movilidad urbana.

2. Espacios verdes y sostenibilidad ambiental

Curitiba es conocida como una de las ciudades más verdes del mundo. Cuenta con más de 30 parques y reservas naturales que cubren aproximadamente el 20% de su territorio. Estos espacios no sólo mejoran la calidad del aire y proporcionan áreas de recreación para los ciudadanos, sino que también cumplen funciones prácticas como la gestión de inundaciones.

Jardín Botánico, Curitiba, Paraná, Brasil.

El Jardín Botánico de Curitiba es uno de los emblemas de la ciudad. Este espacio, inspirado en los jardines franceses, alberga una impresionante estructura de vidrio que contiene especies autóctonas y exóticas. Otro punto destacado es el Parque Barigüi, un lugar popular entre los residentes para actividades al aire libre.

Parque Barigüi, Curitiba, Paraná, Brasil.

Además, Curitiba ha implementado programas para combatir la deforestación y promover la plantación de árboles. Una de las iniciativas más conocidas es el proyecto «Un niño, un árbol«, que alienta a las familias a plantar un árbol para cada hijo que nace.

3. Gestión de residuos y reciclaje

Curitiba fue una de las primeras ciudades del mundo en implementar programas masivos de reciclaje. Desde 1989, el programa «Lixo que Não é Lixo» (basura que no es basura) fomenta la separación de residuos entre reciclables y no reciclables.

Otro programa destacado es «Cambio Verde«, que permite a las comunidades de bajos ingresos intercambiar materiales reciclables, como plástico, papel y metal, por alimentos frescos cultivados localmente. Estas iniciativas no sólo han reducido la cantidad de residuos enviados a los vertederos, sino que también han contribuido a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables.

Cultura y calidad de vida

Curitiba es un centro cultural vibrante. La influencia de los inmigrantes europeos se refleja en la gastronomía, los festivales y las tradiciones locales. Lugares como el Teatro Ópera de Arame y el Museo Oscar Niemeyer son puntos icónicos para los amantes del arte y la arquitectura.

Además, la ciudad es conocida por su seguridad y altos índices de educación, lo que contribuye a su reputación como una de las mejores ciudades para vivir en Brasil.

Desafíos actuales

Aunque Curitiba sigue siendo un ejemplo en muchos aspectos, no está exenta de desafíos. El crecimiento poblacional y la urbanización han ejercido presión sobre su infraestructura y recursos. Además, problemas como la desigualdad social y la vivienda asequible son temas que requieren atención constante.

Planificación urbana y descentralización

Curitiba ha adoptado un modelo de desarrollo urbano basado en la descentralización. La ciudad se dividió en áreas específicas donde se integran viviendas, servicios y espacios de trabajo, reduciendo la necesidad de desplazamientos largos.

Los ejes estructurales, conocidos como «ejes de transporte«, fueron diseñados para facilitar el acceso rápido a las principales áreas de la ciudad. Este enfoque ha ayudado a controlar el crecimiento desordenado y a prevenir la formación de favelas, un problema común en muchas otras grandes ciudades brasileñas.

Diversidad cultural

Curitiba también es un gran centro cultural. La mezcla de culturas europeas, africanas e indígenas se refleja en su gastronomía, arquitectura y tradiciones.

· El Teatro Ópera de Arame: una estructura icónica hecha de acero y vidrio que se encuentra en un entorno natural único. Este teatro es uno de los símbolos de la ciudad y un lugar popular para conciertos y espectáculos.

Teatro Ópera de Arame, Curitiba, Paraná, Brasil. Vista desde el aire.

· Museo Oscar Niemeyer: dedicado al arte y la arquitectura contemporánea, este museo es una de las principales atracciones de Curitiba.

Museo Oscar Niemeyer, Curitiba, Paraná, Brasil.

Su diseño único, que incluye una estructura en forma de ojo, es una obra maestra del famoso arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.

Pierogi.

Strudel.

· Gastronomía: La influencia de los inmigrantes se aprecia en platos como el pierogi polaco, el strudel alemán y la tradicional carne de onça, un plato típico local que consiste en carne de res cruda sazonada.

Preparando carne de onça.

Este plato icónico de Curitiba consiste en carne de res cruda finamente picada y sazonada con ajo, cebolla, perejil, sal y pimienta, servida sobre pan de centeno. Aunque su nombre significa «carne de jaguar«, no lleva carne de este animal; el nombre se debe a la «fuerza» que se le atribuye al plato. Es un aperitivo muy popular en los bares tradicionales de la ciudad.

Además, Curitiba alberga numerosos festivales y eventos culturales a lo largo del año, como el Festival de Teatro de Curitiba, uno de los más grandes de Iberoamérica.

Conclusión

Curitiba es mucho más que una ciudad brasileña. Es un símbolo de cómo la innovación, la sostenibilidad y la planificación pueden transformar un espacio urbano en un modelo para el mundo. A pesar de los desafíos, su legado de soluciones prácticas y efectivas para problemas urbanos sigue inspirando a ciudades de todo el planeta.