Comer en Tánger. Restaurante Tangerino.

A nuestra vuelta a Tánger, decidimos ir a comer a un restaurante emblemático. En este caso el restaurante El Tangerino. En 186 Ave Mohammed VI, Tangier 90000. No hubo decepción.…...

A nuestra vuelta a Tánger, decidimos ir a comer a un restaurante emblemático. En este caso el restaurante El Tangerino. En 186 Ave Mohammed VI, Tangier 90000.

No hubo decepción. Muy bueno en todos los sentidos (quizás nos parecía un poco caro en comparación con los precios de otros restaurantes en Marruecos, pero no respecto a España y, es que nos acostumbramos a lo bueno muy rápido).

Hay personal para recibirte si llegas en taxi. Hay personal para abrirte la grandísima puerta de acceso al local. Hay personal para acompañarte en la recepción hasta tu mesa si tienes reserva. Y hay personal para despedirte cuando terminas o cuando dices que no tienes reserva. Porque, aquí, olvídate de comer sin reservar.

El local tiene diferentes ambientes, todos muy acogedores e íntimos. Una luz muy agradable, poco ruido, a pesar de que en el exterior hay un jaleo impresionante.

Las opciones de la carta eran claramente de gastronomía española. Y, como podéis ver, las opciones de cerveza (sí, sí, podíamos tomar cerveza) eran variadas y muy buenas.

Pedimos una serie de cosas al centro para compartir. Comenzando por unas deliciosas croquetas. Una antesala de nuestra vuelta a España. De jamón y de cocido (como en España), muy buenas. Acompañadas de alioli y otra salsa, parecida a un puré, por si queríamos.

Después un plato de pulpo al estilo gallego sobre cama de puré de patatas y otro sin puré. Muy bueno también.

Seguidamente, unos boquerones fritos enteros (limpios, claro) especiales. Crujiente el rebozado, pero jugosa la carne del boquerón.

Seguimos con un tartar de atún rojo que podría firmarlo el mejor de los nuestros.

Ahí ya pasamos a los platos (segundos) individuales. Una lubina hecha un poco al vapor y un poco a la plancha. Sensacional.

También un tataki de atún rojo muy bien hecho. Magnífico también. Los platos pueden parecer (la lubina y el tataki) un poco escasos porque me di cuenta de hacer las fotos cuando llevaba medio plato comido. Los platos eran inicialmente muy generosos.

Finalmente, unos postres para endulzarnos un poco la vida: un tiramisú, un coulant de chocolate con helado, un gran profiterol con nata y chocolate caliente y una tarta de turrón.

Todo buenísimo. No es barato, aproximadamente unos 45€ por persona. En mi opinión, muy recomendable.

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