
En esta etapa de mi vida (volver a vivir en Madrid desde hace tres años), esta churrería fue la primera a la que acudí, motivo por el que no he querido que fuera la primera en analizar. De echo he estado muchas veces para terminar decidiéndome ahora.

Hoy, esta churrería, fundada como tal en 1913, es un bonito bar, pero mantiene su oferta de churros. Puedo decir que durante mucho tiempo fue para mí de lo mejor. Después, justo cuando cambiaron a bar, para mí cayó mucho como churrería. Había perdido su buen hacer.

Pero, por fin, hoy he vuelto a tomar esas porras, churros y chocolate de otro tiempo.

Las porras calentitas, doradas y crujientes. Buen tamaño. De libro. Muy buenas. No puedo ni debo decir más.

Los churros muy buenos también. Dorados, calientes y crujientes. Sin duda han vuelto a hacer aquellos churros y porras especiales.

El chocolate era, es y será una de sus especialidades. De los mejores, o…
Finalmente, el local está ahora, con la renovación, mucho mejor de lo que estaba y el servicio es excelente.

Muy recomendable.

Porras: 9. Churros: 8. Chocolate 10. Servicio: 9. Precio: 10.
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