
De los criterios que sigo a la hora de puntuar los churros y las porras, el primero es la temperatura. Un churro o una porra calentito, es decir, recién sacado del aceite, es 1 punto. Si está frío es un 0.

El segundo criterio es que esté crujiente o blandujo. 1 ó 0. Este segundo criterio normalmente está conectado con el primero y es cuestión de cuánto tiempo hace que han sacado los churros o las porras del aceite de freir.

El tercero es el aspecto. Cuanto más doradito está, mejor lo puntúo. Tanto churros como porras. Si están quemados o tirando a amarillo blanquecino (poco hechos) menos.

El cuarto es el sabor, también bastante subjetivo. Cuanto más me gusta, mejor lo puntúo.
Después vienen otros factores como la limpieza del sitio, el aspecto del local, el servicio…
Lo cuento esto ahora porque no lo he hecho antes y creo que debo explicarlo. Además, creo que he tenido la suerte de empezar con este asunto de «comer churros y porras en Madrid« por la que creo que es -al menos hasta ahora- la mejor churrería: Mayoma.

He estado en Chocolatería Churrería 1902. Lo primero que ocurre cuando llegas a la altura de la calle San Martín donde está situada es que te encuentras con la churrería original en un lado, con una fila de extranjeros esperando en la puerta a ser atendidos. Enfrente la nueva, sin cola. Así que, como dicen sus dueños que la calidad del producto es la misma, me meto en la nueva y no espero nada.

Una amable señorita nos recibe a la entrada con la caja preparada para cobrarnos, antes de que hayamos ni siquiera tomado asiento. Pagamos dos raciones de porras (tres porras por ración) y una de churros (cuatro churros) y dos chocolates. Total 14€. Más del doble que en otras que hemos estado. Carísimo.
No te sirven. Tienes que ir a la barra y entregar tu ticket para que te sirvan. Las porras y los churros ya estaban hechos, no ha habido que esperar nada. Al poco nos dan los chocolates, calentitos.

Las porras frías y blandas. Con buen sabor, pero un poco aceitosas, lo que cuando están calientes y crujientes se tolera mejor.
Los churros igual de fríos que las porras, pero algo más crujientes. El sabor -comparativamente- mejor el de los churros que el de las porras.
Todo lo salva el chocolate. Es buenísimo. De los mejores que he probado. Si no fuera por el chocolate, no me parece interesante visitar este local.
Local, por otro lado, muy limpio, muy bonito y muy moderno, donde puedes ver como hacen los churros en la cocina si tienes suerte, porque los churros y las porras están hechos y fríos esperándote a tí. Cuando en una churrería que se precie es al revés. Esperas tú a los churros para comerlos calentitos y recién hechos.
Porras: 5. Churros: 6. Chocolate:10. Servicio: 5. Precio: 3.
0 comentarios