Nunca lo descubrirás paseando, al menos por el suelo de una calle. Se trata de Casa Granada un bar-restaurante que se ubica en el sexto piso de un edificio de la calle del doctor Cortezo nº17.

Lo he descubierto por unos amigos que nos propusieron ir a un lugar diferente. Y, sí. lo es. Para empezar porque es raro subir a tomar el aperitivo a un piso de un edificio de viviendas. Esta comunidad permite este restaurante y tiene una norma de uso de los ascensores: no más de tres personas. Sólo eso.


Se trata (según me contaron) de un piso reformado para ser restaurante. Un salón espacioso y una terraza muy luminosa con vistas a la calle del doctor Cortezo y a la plaza de Tirso de Molina, es decir, el edificio hace esquina. Muy luminoso de día. Muy agradable.

El servicio estuvo bien. Tuvimos la suerte o el conocimiento de nuestros amigos de llegar a tomar el aperitivo pronto, sobre las 13,30h. Madia hora después estaba lleno. Con gente en cola esperando.

Tomamos patatas bravas, muy normalitas. Nada especial. Pero buenas.

Unas croquetas de jamón y de bacalao que estaban buenas. En mi opinión un poco bastas (la bechamel muy espesa, un poco pesada) pero de muy buen sabor.

Para mí, lo mejor fue la morcilla granadina (de la que no sé por qué no tengo fotos). Un tipo de morcilla de cebolla, parecida en sabor a la de Murcia, aunque con una forma más semejante a las morcillas oreadas de Cuenca, con las que también comparte parecido en el sabor, al ser de cebolla también.
Tengo entendido que hacen una ensalada de pimientos con ventresca de atún muy rica, pero no pude probarla. Al igual que los pinchitos morunos, que dejamos para otra ocasión.
Me parece curioso, diferente. La relación calidad-precio es bastante aceptable.
Algo de Granada en Madrid.
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