
Salvo que se encuentra ubicada en la plaza de Tirso de Molina, nada veo que la asocie con el apreciado dramaturgo español, precursor del mito de Don Juan.
Realmente, este bar que se hace llamar taberna esta abigarradamente decorado en honor (u otra cosa que desconozco) al pintor francés Toulouse-Lautrec.

Desde la puerta de entrada a los aseos. Desde el suelo al techo. La decoración te sobrecoge. Si por algo recomiendo este bar es para poder disfrutar del arte contenido en el local.


Me parece un sitio muy interesante para tomar el aperitivo o una copa. Ya sé que lo visita mucha gente para desayunar o para comer o cenar, pero, lo que a mí me inspira es eso.


No voy a hacer en este caso ninguna recomendación sobre la comida o bebida. Sólo que te sientes y, mientras saboreas una cerveza fría o un vermut madrileño, observes con tranquilidad sus carteles de cerámica y sus vidrieras, su techo…

Además, dispone de una agradable terraza con sombrillas junto a las cuales se establecen los puestos de plantas y flores habituales, lo que le da frescura y aromas.

Un bar diferente en Madrid.
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