
Como segunda estación de la ruta que venimos hablando en el post anterior, hicimos otra parada en Airiños do Miño. Este restaurante gallego-bar-marisquería se encuentra en la calle de Ponciano nº4. Muy cerca de la anterior Taberna del Limón. Este barrio acoge muchos bares y restaurantes de calidad.

La visita va de gallego. Te recibe un grifo de porcelana de Sargadelos. Pero, en este caso, el cuerpo pide vino de Ribeiro. Hay una excelente oferta: una fuente de zamburiñas y una botella de vino de Ribeiro.

No es discutible. Una oferta así se acepta siempre (no es la única que te ofrecen). Las zamburiñas a la plancha muy buenas. Muchas, muchas. Y, todas con su salsita. Jugosas. Ricas.

Mientras venían nos obsequian con un plato de fritura de pescado variada, por si veníamos con mucha hambre.

A continuación, otra gallegada: una generosa ración de lacón a la gallega. Con pimentón dulce de Murcia (como todo buen gallego) como si fuera pulpo a feira. Y una patatas gallegas (dicen) riquísimas.

Un local muy animado. Con ambiente futbolero y mucha gente. Aunque yo lo voy a tratar aquí como bar, lo cierto es que también tiene un buen salón de restaurante. Un local que se ve con raíz en el barrio.

Aquí acaba esta segunda estación del día.
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