En la calle Lope de Rueda 41, barrio de Retiro, cerca de muchos lugares de placer gastronómico, se encuentra esta churrería castiza.
Un local muy blanco. Un obrador donde hacen los churros y porras, acompañados de chocolate o café con leche. Una gente muy simpática y atenta, en un local un tanto frío (no en la temperatura, sino en la decoración), aséptico diría yo. Sin asientos. En realidad parece más una fábrica de churros para terceros establecimientos (creo que es realmente eso) que un local para desayunar o merendarte unos churros.

El local es muy poco acogedor. A penas tiene una zona para recepción de clientes con unas barras o mostradores de apoyo en las paredes para colocar la bolsa en la que te dan churros y porras y el chocolate en vaso de papel.
Pero, el producto es muy bueno.

Los churros son de los mejores que he comido en Madrid.

Las porras, muy buenas también, pero les faltaba temperatura. No estaban frías, pero tampoco calientes lo suficiente. Eso sí, crujientes y doradas. De sabor, muy buenas.

El chocolate, bien calentito y muy bueno. No es el mejor, pero bastante bueno.
El precio muy bueno.
Porras: 8. Churros: 10. Chocolate: 8. Servicio: 8. Precio: 9.
0 comentarios